Para poder entender
la importancia de la aplicación de los principios éticos en la función
jurisdiccional debemos entender primero que la Ética es definida entonces, como
aquella “ciencia que tiene por objeto estudiar la conducta del ser humano,
entendiendo que solamente aquellos actos buenos son los que se condicen con la
dignidad humana”.
La ética judicial
se ha convertido en uno de los factores más importantes para legitimar la actuación
de los juzgadores toda vez que debe ser entendida como una ciencia
filosófico-jurídica, que, de conformidad con un criterio objetivo de bien o
plenitud humana, valora los actos de la persona, de modo que esta ciencia se
construye, estudia y aplica a partir de la comprensión de la dignidad humana y
sus exigencias, por tanto, no resulta del conjunto de opiniones más o menos
acertadas de diversos autores en diferentes épocas.
Como sabemos la
función jurisdiccional es importante, ya que por medio de esta se ejerce la
impartición de justicia y crea de manera tangible el Estado de Derecho en cualquier
sociedad democrática, en virtud de que las personas encargadas de impartir
justicia deberán realizarlo bajo el acatamiento de los principios éticos entre
los que encontramos los siguientes: Autonomía, Independencia, Imparcialidad, Prudencia,
Discreción, los cuales son requeridos y exigidos por la sociedad ya que de este
influye la aplicación de la norma y como se hace valer.